Queridos Reyes Magos
Carta de la grande copiada casi literalmente (6 años):
- Es que ésa no es la última.
Me quedo con los ojos flipando y le pregunto que entonces qué pasa, si no es la última, no vale. Respuesta: "No".
La pequeña es caso aparte, todo lo que ve por la tele, ya lo ha tenido.
Supongo que me puedo sentir afortunada de no haber llegado a tal extremo del consumismo. Realmente no he vivido época de hambre, como mi padre, en el que cualquier juguete de trapo hecho a mano por uno mismo era el mejor regalo de Reyes que se podía esperar. De hecho recuerdo perfectamente mis Reyes de los seis años, los mejores reyes de mi vida, los últimos reyes de mis recuerdos. Pedí un patinete, me daba igual la marca, el color y el material, y una cuna, me daba igual si se balanceaba, el color y el tamaño, era lo único que quería... y me lo trajeron. Fui la más feliz del mundo durante días, unos días interminables.
Después de esos Reyes se terminó toda la ilusión del resto de mi vida. Tuve la desilusión a esa edad, a partir entonces supe los Reyes para el resto de mi vida, dinero. ¿Qué me pedía? Lo único que quería es que esos Reyes mi padre me diera una sorpresa, se lo dije varios años, que no me diera dinero, que me comprara algo, aunque fuera unas zapatillas de los veinte duros (por entonces todavía había pesetas), pero jamás se me cumplió.
Este año es "diferente". Mi padre no me dará dinero, pero sé mi regalo desde el 15 de Noviembre. La desilusión es tan grande, que no sé expresarlo con las palabras que me gustarían. Me duele en el alma no tener esa pequeña ilusión.
¿Qué me voy a pedir este año? Ya que veo que es imposible cualquier regalo, voy a pedir algo real. Y voy a escribir la carta aquí, cualquiera sabe...
"Quiero una Barbie Pegaso, una Barbie canta conmigo, un Nenuco Llorallora con la cuna que se balancea, el armario y ropita para meterla en el armario, de color rosa preferiblemente, la guitarra eléctrica, la muñeca Cambiame, la Heladera Chumpun...A lo cual le pregunto si no le vale con una Barbie cualquiera, la respuesta es:
... Gracias"
- Es que ésa no es la última.
Me quedo con los ojos flipando y le pregunto que entonces qué pasa, si no es la última, no vale. Respuesta: "No".
La pequeña es caso aparte, todo lo que ve por la tele, ya lo ha tenido.
Supongo que me puedo sentir afortunada de no haber llegado a tal extremo del consumismo. Realmente no he vivido época de hambre, como mi padre, en el que cualquier juguete de trapo hecho a mano por uno mismo era el mejor regalo de Reyes que se podía esperar. De hecho recuerdo perfectamente mis Reyes de los seis años, los mejores reyes de mi vida, los últimos reyes de mis recuerdos. Pedí un patinete, me daba igual la marca, el color y el material, y una cuna, me daba igual si se balanceaba, el color y el tamaño, era lo único que quería... y me lo trajeron. Fui la más feliz del mundo durante días, unos días interminables.
Después de esos Reyes se terminó toda la ilusión del resto de mi vida. Tuve la desilusión a esa edad, a partir entonces supe los Reyes para el resto de mi vida, dinero. ¿Qué me pedía? Lo único que quería es que esos Reyes mi padre me diera una sorpresa, se lo dije varios años, que no me diera dinero, que me comprara algo, aunque fuera unas zapatillas de los veinte duros (por entonces todavía había pesetas), pero jamás se me cumplió.
Este año es "diferente". Mi padre no me dará dinero, pero sé mi regalo desde el 15 de Noviembre. La desilusión es tan grande, que no sé expresarlo con las palabras que me gustarían. Me duele en el alma no tener esa pequeña ilusión.
¿Qué me voy a pedir este año? Ya que veo que es imposible cualquier regalo, voy a pedir algo real. Y voy a escribir la carta aquí, cualquiera sabe...
Queridos Reyes Magos:
No sé cómo juzgaréis mi comportamiento a lo largo de este año, espero que favorablemente (no me gusta mucho el carbón). No he hecho grandes cosas este año, pero creo que tampoco he sido malvada, las crías las estoy llevando delante aún con todos sus insultos hacia mí, vosotros lo veréis seguro todos los días (tiene que ser un espectáculo hermoso...).
Pues mi deseo para este año que entra, a parte de lo de siempre (la paz en el mundo, que no haya niños huérfanos, que no haya catástrofes, etc.) es que me traigais un pequeño presente... Me encantaría un libro para colorear y lápices de madera, me hace muchísima ilusión.
Espero que tengáis paciencia con el resto de los niños. Besitos y saludos. Anazia