miércoles, noviembre 16, 2005

Iyojéee!!!



"In your head!"

Una chiquilla, delante de la televisión, ve una mujer que tiene pelos metálicos, pelos de oro colgando hasta los hombros y gritando cosas raras con una voz casi chillona con gallos. Mientras, ella sentada en el suelo de moqueta verde con motivos de hojas de castaño, mira a su madre sentada en el sofá cama de toda la vida, que tiene una quemadura de cigarrillo en un posamanos. El sofá es marroncito y no pega nada con todo lo que rodea el salón, pero a esa chiquilla es lo que más le gusta de toda la casa. Entretanto afuera hace nieve, ya toca ponerse los guantes para salir.

"In your head!"

Una pequeña niña está rodeada por un patio enorme, es un patio dividido en tres, donde ella sale todos los días para ir al recreo del colegio. Se da media vuelta y ve un enorme edificio donde los demás alumnos pertenecen a las más diversas edades, desde "Vorschule" hasta "Klasse 10", incluso puede que mayores. Enormes pasillos recorren cada una de las cinco plantas del colegio, que dividen las clases. Y una cafetería en la planta más baja... donde se compra los bocadillos de salami. Una amiga le llama, quiere jugar con ella en los pedruscos para saltar de uno a otro, unos pedruscos que están en círculo y donde charlan sobre sus madres mientras saltan y juegan. Su juego favorito es el de quedarse una en medio, contar hasta diez, el resto bajarse corriendo a buscar otra piedra donde subirse mientras la del medio intenta coger a una de las niñas. En otro de los tres patios el niño de sus ojos está en un columpio balanceándose para empotrar el columpio dando la vuelta al poste de arriba, los niños de la "Klasse 10" no llegan al poste de arriba, ¡qué valiente es el niño de sus ojos!

"In your head!"

En la enorme planicie del colegio hay tres patios y tres edificios. Ahora se encuentra en uno de ellos, uno de los dos gimnasios, de hecho, en el preferido. Está esperando en la cola para subirse a su juego favorito, el más solicitado de todos, colgarse del techo con un arnés y balancearse. Siente el viento cruzándose entre su cabellera, subir y bajar el suelo y ve acercarse y alejarse a su profesor. Finalmente le toca ya jugar a otra cosa, que la cola se ha alargado y quiere disfrutar de su gimnasio, así que se sube al potro delante de una colchoneta muy gorda y da una voltereta de las que ha descubierto que llaman mortales un par de veces. Luego ve al niño de sus ojos en la cola de su juego favorito y resopla.

"In your head!"

¡Patines! La primera vez que tiene uno en las manos, Katrina, su mejor amiga desde Kindergarten, le ofrece ponerse uno cada una y dar una vuelta a la manzana. A ella le gustaría probarse ponerse dos, pero no se acaba de atrever y agradece el gesto de su amiga jugando con ella. Con la misma que con la que escribió una postal con sus datos y pidiendo que le escribieran, luego lo colgaron de un globo y con las nubes blancas tiñendo el cielo, lo enviaron a su suerte, esperando ansiosas la llegada de la dichosa carta que nunca llegaría. Llega la Navidad, y su amiga le invita a ir a casa para hacer angelitos, unos angelitos que luego se cuelgan en el árbol de Navidad, ella va y hace el angelito, con una madre muy paciente que le ayuda a hacer lo más complicado.

"In your head!"

Ya tiene la niña 7 años y está sola en su habitación, que también tiene una moqueta verde, pero no tiene hojas de castaños en ella, es verde lisa. Su cama está dentro del armario, como siempre que se la recoge, para tener más espacio en la habitación. Le encanta su cama, parece los coches de las Barbies en las que todo se esconde y aparece de la nada, es una cama plegable. El suelo es confortable, está sola, como siempre lo está, mientras su madre cuida de su hermana pequeña en otra habitación. Su madre le dió Barbies para que jugara, pero a ella le gustan los coches, no hay coches en toda la casa... ¿Qué hacer? Fue entonces cuando descubrió un juego muy chulo que sólo quiere jugar ella sola, o con el niño de sus ojos, no quiere que nadie sepa que juega a eso, porque se siente culpable, pero le gusta y está esperando que llegue la próxima vez para jugar, aunque no sepa cuando será.

"In your head!"

¿Cuándo fue la última vez que se asomó a través de ese espejo? Ah, sí, tenía once años y creía que iba a ser la última vez, se equivacaba. ¡Qué pequeño es ahora todo! O mejor dicho, ¡qué pequeña era entonces! Todo era tan grande... Cuando se va a despedir de la niña que ocupa su moqueta verde observa en la pared que todavía está escrito las dos palabras que utilizó para ilustrar a su amiga: "Pferd" y "Pfert". La imagen del caballo que le tiró y le pisó la espalda cruza su mente, le desea buenas noches a la niña y se va, se va para siempre, se va para no volver a pisar su moqueta jamás.

Todavía ahora me viene a la mente muchas otras imágenes de cuando ese "Iyojéee" se convirtió en mi "Alemania".