sábado, abril 15, 2006

Renacimiento

Cuando el alma,
acobardada,
agoniza hasta morir,
parece no sobrevivir.

Cuando el alma,
desde dentro,
amenaza con morir,
no sabe nada de vivir.

Cuando el alma
muere lentamente
hasta olvidarse de vivir
quieta se queda.

Cuando el alma
quieta se ha quedado
y ve la luz en el túnel,
lo sigue.

Cuando el alma
la luz ha seguido
ha vuelto a nacer
en otra alma distinta.

¿Por qué muere el alma?
¿Por qué insiste en morir?
¿Por qué vuelve a nacer?
¿Por qué deja de vivir?

Sé que la poesía no es lo mío, y menos aún este poema en el que no he estado inspirada. Pero necesitaba expresar de una forma poco clara lo que he vivido esta semana.