martes, marzo 14, 2006

Los Fantasmas Vuelven

Creía que me había librado aquella noche cuando únicamente fui a felicitar a mi amiga del alma. Entré, felicité, di el regalo y cuando decidieron dónde iban a cenar y se encaminaban al sitio, me fui con toda la educación que fui capaz de coger. Me dió mucha pena por mi amiga, pero me comprendía y no quería comprometerme, porque para nosotras dos, ya había cumplido con mi parte.

El miércoles pasado recibo una llamada, era otra gran amiga, no tanto como la anterior, pero se portó bastante bien conmigo. Cumplía años este domingo y había decidido celebrarlo en el campo. No sabía si las demás también estaban invitadas, porque yo fui la segunda en ser invitada, así que acepté a toda costa...

El sábado, después de regresar de una rica barbacoa en una bodega acogedora y a punto de marchar al cine para ver una película estupenda, recibo la llamada de "confirmación". Al día siguiente a las 10 a.m. en la puerta del garaje, y luego había que esperar a todas las demás...

Al día siguiente iba presta yo con Scotty a echarle unos cuantos kilómetros al asunto. Íbamos los dos solitos, después del encuentro, por carreteras largas que serpenteaban el camino. La canción de abajo va dedicada a esta parte del día tan agradable.

Me lo pasé bien, sólo hubo unos cuantos saludos de compromiso y ninguna palabra más. Un día agradable merecedora de un momento de recuerdo.