Las Historias del Pipi
Ésta es la tercera vez que escribo este post. ¿Será porque ya me han puesto la ADSL? Venga, a la tercera va la vencida (espero). Lo peor es que no es corto.
En fin, ayer la pequeña me ha vuelto a sorprender realizando esta pequeña acción que a mí siempre me había parecido insignificante y bastante metódica y lógica, pero empiezo a creer que debería cambiar el nombre de mi blog por el título de este post.
Antes de ayer la convencí para que se viniera a mi casa, que hacía mucho calor para dar vueltas por el colegio sin encontrar una sombra. Una vez en casa y tras unos instantes declaró la necesidad de hacer pipi y como si estuviera como Pedro por su casa se dirigió directamente al cuarto de baño. Para variar, yo le acompañé para darle el papel higiénico. Una vez allí y a punto de sentarse en el bate, me suelta:
- Date media vuelta.
No me pude resistir y salí del cuarto de baño. Me sorprendió mucho cómo los compañeros de clase ejercen esa influencia cuando todavía no tenemos criterios propios y me acordé de algunas anécdotas que me contaba mi madre mientras esperaba. Por ejemplo lo de mear de pie... por lo visto yo también lo hize cuando pequeña, pero en vez de en público y resignándome a que no saliera nada, me fui al cuarto de baño de casa mientras decía en voz alta: "Picha sal, picha sal".
Al rato me di cuenta que estaba tardando demasiado y que hacía tiempo que había dejado de escuchar correr los fluidos. Cuando volví a entrar en el cuarto de baño la pequeña estaba jugando con una muñeca que tenía en el baño que siempre tenemos ahí. Es una muñeca curiosa, porque se ponen en el cuarto de baño para que tapen el papel higiénico con su falda, no sé si sabéis de qué os hablo. En fin, eso fue todo.
Pues no puedo decir otra cosa más que... ¡¡¡por fin ha llegado el Fin de Semana!!! Ayer estaba tan cansada que no he ido a clase y cuando salí por la noche me recogí a las 12, caí rendida en la cama y repentinamente se hizo de día sin que el Sol tuviera que salir.
También tengo otra cosa que contar, no sólo las niñas son las protagonistas de mi blog, ¿no? Pues ayer me llamaron para una entrevista del hotel Virgen de la Cinta. Y después de hacer unas preguntas, me explicaron las condiciones:
Cuando estaba a punto de irme me dijo que antes de decidirse a quien contratar entre varias candidatas, tendría que ir el sábado y el domingo por la mañana temprano (esto me pareció excesivo, no por su parte, sino de la mía hacia mi cuerpo) para conocer el trabajo que desempeñaría con otras compañeras y que el lunes bien temprano me haría ella unas pruebas para ver cómo me he adaptado y luego lo consultaría con el jefe.
Pero después de pensármeo bien, he decidido no intentarlo siquiera. ¿Por qué? Porque incluso ganaría un poquito menos trabajando en Telepizza o Pizza Hut durante 3 horas al día y sin tener que dejar mis estudios, que empiezo a tener ilusión con ello. Además, ¿qué haría con las niñas?
En fin, ayer la pequeña me ha vuelto a sorprender realizando esta pequeña acción que a mí siempre me había parecido insignificante y bastante metódica y lógica, pero empiezo a creer que debería cambiar el nombre de mi blog por el título de este post.
Antes de ayer la convencí para que se viniera a mi casa, que hacía mucho calor para dar vueltas por el colegio sin encontrar una sombra. Una vez en casa y tras unos instantes declaró la necesidad de hacer pipi y como si estuviera como Pedro por su casa se dirigió directamente al cuarto de baño. Para variar, yo le acompañé para darle el papel higiénico. Una vez allí y a punto de sentarse en el bate, me suelta:
- Date media vuelta.
No me pude resistir y salí del cuarto de baño. Me sorprendió mucho cómo los compañeros de clase ejercen esa influencia cuando todavía no tenemos criterios propios y me acordé de algunas anécdotas que me contaba mi madre mientras esperaba. Por ejemplo lo de mear de pie... por lo visto yo también lo hize cuando pequeña, pero en vez de en público y resignándome a que no saliera nada, me fui al cuarto de baño de casa mientras decía en voz alta: "Picha sal, picha sal".
Al rato me di cuenta que estaba tardando demasiado y que hacía tiempo que había dejado de escuchar correr los fluidos. Cuando volví a entrar en el cuarto de baño la pequeña estaba jugando con una muñeca que tenía en el baño que siempre tenemos ahí. Es una muñeca curiosa, porque se ponen en el cuarto de baño para que tapen el papel higiénico con su falda, no sé si sabéis de qué os hablo. En fin, eso fue todo.
Pues no puedo decir otra cosa más que... ¡¡¡por fin ha llegado el Fin de Semana!!! Ayer estaba tan cansada que no he ido a clase y cuando salí por la noche me recogí a las 12, caí rendida en la cama y repentinamente se hizo de día sin que el Sol tuviera que salir.
También tengo otra cosa que contar, no sólo las niñas son las protagonistas de mi blog, ¿no? Pues ayer me llamaron para una entrevista del hotel Virgen de la Cinta. Y después de hacer unas preguntas, me explicaron las condiciones:
- El contrato sería en Prácticas.
- El sueldo sería de 480 € - Retensiones.
- Estaría contratada como recepcionista, pero como es un hotel pequeñito tendría que hacer muchas veces las funciones de varias cosas, como hacer camas o lavar platos en caso de que hiciera falta.
- Me contratarían durente 6 meses con un mes de pruebas.
- Estaría por turnos, incluyéndose la noche una vez a la semana.
- Trabajaría 40 horas semanales siendo los turnos de 8 horas seguidas.
Cuando estaba a punto de irme me dijo que antes de decidirse a quien contratar entre varias candidatas, tendría que ir el sábado y el domingo por la mañana temprano (esto me pareció excesivo, no por su parte, sino de la mía hacia mi cuerpo) para conocer el trabajo que desempeñaría con otras compañeras y que el lunes bien temprano me haría ella unas pruebas para ver cómo me he adaptado y luego lo consultaría con el jefe.
Pero después de pensármeo bien, he decidido no intentarlo siquiera. ¿Por qué? Porque incluso ganaría un poquito menos trabajando en Telepizza o Pizza Hut durante 3 horas al día y sin tener que dejar mis estudios, que empiezo a tener ilusión con ello. Además, ¿qué haría con las niñas?
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