domingo, julio 24, 2005

La Semana que entra

Estoy con los nervios que me cierran el estómago desde ayer. Tengo náuseas y apenas puedo comer. Siento hambre, pero no tengo ganas de comer. Quiero ir al cuarto de baño, pero me paso en él horas sin que ocurra nada. He encontrado muchos amigos, pero no encuentro la distracción.

Y todo eso se debe porque la semana que entra, si todo sale bien, va a cambiar mi vida radicalmente. Creo que saberlo es lo peor que le puede pasar a uno. Por una parte el carnet de conducir, que me presento mañana y eso ya es un cambio medianamente importante, porque no es lo mismo poder salir con coche que sin él... Pero el cambio que más me trastorna es que el martes iré sola a Madrid, todavía no tengo el viaje del autobús comprado, me quedaré en casa de la tía de Lews y luego a la mañana que viene, entrevista de trabajo! Si resulto elegida tendré que irme a vivir a Sevilla, dejaré aquí todo (algo que no he hecho nunca y siempre he querido hacer).

Puede que yo lo exagere muchísimo, porque puede que suspenda el carnet y no me cojan en la entrevista de trabajo... pero en caso positivo, ¿qué será de mi vida? Dejaré la extrema tranquilidad en la que vivo para no saber donde piso. Tengo posibilidad de piso en Sevilla, pero sólo es una posibilidad, porque realmente no está nada dicho ni nada acordado.

Me van a explotar los nervios en el estómago. Al menos esta vez no he tenido un ataque de ansiedad como cuando me iba a presentar al teórico de conducir (XDD), pero saber que estas cuatro paredes que demoninas tu rincón va a dejar de ser tu hogar para encontrarte en algo desconocido y un mundo adverso que no sabes si realmente es el tuyo, ir a la aventura!

Pues sí, no había pensado en ello, pero creo que me lo tomaré como una aventura. No saber lo que va a ocurrir en el minuto siguiente lo es, ¿no? Al menos tengo todo lo que quiero y mucho más de lo que me merezco, no temo perderlo... ¿o sí? Hay tantas cosas que se me pasan por la cabeza que me extraño mucho al pensar que puedo estar sentada en una silla sin mover un dedo.

Pero realmente no es el cambio lo que más me preocupa, sino el acabar no pudiendo realizarlo, ya que todavía no tengo el billete de ida a Madrid, el de vuelta me preocupa menos. Pero no sé a qué hora partiré... no sé nada de eso, aunque siempre parece lo más despreocupante, sí que no tenerlo seguro si vas a poder ir, porque me puedo quedar sin billete y estar el autocar lleno, revuelve mi alma...

Bueno, por eso mismo me temo que quizás durante esta semana no me veáis tan activa como ahora.. los posts sean meramente informativos y poco emotivos... pero supongo que en algún momento debo pasar por esto.

Seguro que estaréis pensando: "¡Qué calladito se lo tenía!", pero no he podido evitarlo.