viernes, julio 15, 2005

Rand

¿Quién no se encuentra muchas veces con los ánimos bajos? Sé que no soy la única, y eso me consuela. Dicen que males de muchos, consuelo de tontos, pero no tengo la culpa de ser tonta.

Lo importante en esos casos es tener a alguien que te diga lo que quieres oír, que esté a tu lado cuando quieras compañía y se vaya cuando necesites estar sola. En ello tengo la enorme suerte de contar con un amigo muy preciado para mí.

Todos los días me dice algo que me ruboriza, pero cuando más lo necesitaba me soltó esta frase:

Dicen que no hay dolor más grande que ser ciego en Granada, pero eso es porque no te conocian a ti, porque no hay dolor más grande que ser ciego y estar a tu lado.

Es una frase que no quiero olvidar en la vida, quiero que perpetúe en el tiempo para siempre. Para no olvidarla la puse en el messenger, pero prefiero compartirla con todo el mundo entero.

Seguro que él respondería: "Para eso están los amigos", pero son tan pocos y tan contados, que se merecen siempre una mención especial, ¿o no?

Y él sabe que puede contar siempre con mi consuelo cuando lo necesite ^_^