jueves, julio 14, 2005

La Moda

Cuando era pequeña, mi madre me compraba mucha ropa a su gusto, un gusto que nunca coincidía con el mío, pero que en aquél entonces no me preocupaba, sólo quería jugar. Cuando me he ido haciendo mayor ya me daba cuenta que no coincidíamos en nada. ¡La de dolores de cabeza que le he dado a mi madre porque a ella le gustaban los colores vivos y a mí el negro! Siempre que me compraba ropa intentaba que me entrara por los ojos, lo intentaba con todas sus fuerzas, pero cuando llegaba a la frase de "Y está de Moda", el gusanillo por dentro me picaba... y la tenía que echar de mi habitación. Lo que mi madre ha tenido que agunatar, y aguanta, conmigo, no tiene precio.

No me gusta nada la moda y durante un tiempo me consideraba una "anti-moda". ¿Por qué tenía que ponerme lo que a otro le daba la gana que me pusiera? ¿Por qué tenía que ponerme lo que se ponía todo el mundo? Y pero aún, ¿por qué me tenía que gustar eso? No entendía, ni entiendo, porqué la gente es tan sesso hueca como para dejar que la moda influencie su vida. A mí me gusta lo que me gusta, no lo que un tío que gana diciendo qué debe gustarme diga que me guste.

Supongo que por eso también soy algo desobediente. Si me dicen que no, necesito saber por qué no, sino, no me sirve. Siempre he necesitado saber el porqué de las cosas y las causas útiles que tenían. Incluso me vale por un "es lo que he podido comprarte", no la excusa barata de la moda.

Luego llegó un tiempo que me negaba a ponerme marcas. Algo que en mi familia está muy bien visto, ya que somos bastante humildes, para mi fortuna. Alguien que me viniera echándome en cara que se había comprado unas Nike de... 50.000 ptas, me sudaba (con perdón de la expresión). Realmente nunca me ha resultado importante destacar entre los demás y querer llevar lo "último" o lo más caro. Me bastaba con ir vestida a mi gusto.

Debo reconocer que unos vaqueros Levis son excepcionales para mí... Recuerdo perfectamente los dos años que me llevé vistiéndome únicamente con vaqueros Levis y camisetas de publicidad de la talla XL. Las camisetas no era porque yo estuviera muy gorda, sino porque me encantaban. Me sentía muy bien vistiéndome así. Y ahora es lo que realmente busco.

Ahora me pongo la ropa que me apetece y me siento a gusto, aunque nunca me sentiré igual que a gusto que entonces. Resulta que cuando me ponía mis vaqueros y, sobre todo, esas camisetas que no me sentaban bien, me veía perfecta. Me sentía la persona más cómoda del mundo, pero más que cómoda, me sentía completamente despreocupada por mi imagen. Entonces sí que me sentía bien.

Ahora me gusta la ropa que me pongo y compro, pero no me siento igual que entonces. Ahora me veo bien, y me siento cómoda (¿cuántas veces he repetido esto último?), pero me siento así porque me visto lo que yo quiero, lo que a mí me apetece, no lo que me digan dos o tres locos que alegan que es "lo que se lleva este verano".

Y soy feliz con ello...