domingo, septiembre 24, 2006

Meditando en el arriba y abajo

¿Quién quiere pintar su casa? Pues hasta ayer me habría propuesto voluntaria para cualquier ocasión, de hecho me he ofrecido varias veces por mi propia iniciativa para darle unas pinceladas a cualquier casa, no soy nada exigente ni nada.

Y ayer fue ese día. Menos mal que no fue a la casa entera, sólo una habitacion, grande, pero sólo una. Así que ayer se veía a una Anazia con rodillo de pintar para arriba y rodillo de pintar para abajo, mientras pensaba y reflexionaba sobre múltiples cosas.

El tema principal dentro de la cabeza de Anazia fue el lunes que viene, donde empieza una nueva etapa para ella y para su futuro. Empiezan las prácticas, las prácticas del segundo módulo que está haciendo, razón por la que vuelve a Huelva.

No encuentra información sobre la empresa, no encuentra casi nada, excepto el proyecto para su fundación. Es un centro de interpretación y se llama Centro de Interpretación Puerta del Atlántico. Se tiene que presentar allí a las 10:00 am preguntando por su tutor laboral, pero ha ido a mirar dónde se encuentra dichosa empresa y se ha encontrado con las puertas cerradas y casi sin terminar. La profe le ha dicho que seguramente el primer mes empezará en un Punto de Información, hasta que la empresa abra las puertas. Eso le ha hecho reflexionar mucho.

Tiene justo lo que quería, un centro de información (la otra opción era un hotel), con la posibilidad de quedarse en la empresa, donde exploten la variedad de sus idiomas y, además, con un parking barato justo al lado. Prácticamente un sueño hecho realidad. Además, como empezará en un sitio que no es allí y luego volverá a empezar en otro sitio haciendo cosas distintas, aprenderá mucho y muchas cosas distintas, porque ese trabajo es un trabajo muy dinámico en el que tratas de enseñar cosas interesantes, pero claro, antes te las tienes que aprender.

Luego tiene la posibilidad en noviembre de empezar de nuevo como cajera del Continente Perdido, y no por méritos propios (todo hay que decirlo), pero eso ya se verá más adelante.

También ronda por su cabeza el proyecto de apuntarse a natación en un polideportivo barato y cercano, pero por mucho que reflexione y haga cuentas, los números no le salen, y por muy barato que sea, va a tener que aplazar ese proyecto. Todo esto con un rodillo para arriba y para abajo, que iba marcando las pautas del sí y del no, como un tantra.