lunes, julio 24, 2006

Adolescencia

Todos los que han vivido por esa etapa sabe que es una de las estapas más decisivas de cada vida. Para unos ha sido más fácil y para otros más difícil, pero finalmente sigue siendo una etapa decisiva.

He supuesto que la adolescencia, como el resto de nuestra vida, también tiene sus propias etapas, y que es diferente para cada persona que pasa por ellas. Al principio somos más niños que mayores, luego somos una mezcla indifinible y finalmente somos unos mayores con algo de niños. En cada momento tenemos una dependencia diferente hacia nuestros padres, porque son principalmente ellos los que sufren nuestra adolescencia. Ellos son realmente la clave de todo el proceso, porque todavía influencian en nuestra vida aunque empezemos a decidir por nosotros mismos lo que queremos y buscamos de nosotros mismos.

Unos buscan el apoyo en ellos, otros lo rehuyen a cal y canto, pero todos los padres sufren la adolescencia de sus hijos. Ahora bien, cada padre es como es, sin duda alguna, y unos lo sufren más y otros menos porque le dan más importancia o menos... Hay padres que rehuyen de la adolescencia de sus hijos y otros que lo enfrentan con endereza y comprensión.

Siguiendo con el ejemplo del castilo... Cuando somos niños nuestra cuevecita está a la sombra de la de nuestros padres, recibe gran parte de sus beneficios, pero en cuanto nos hacemos mayores, esa cuevecita se hace más grande y va buscando el sol y rehuyendo de las sombras. Y todo eso tiene que estar bien equilibrado, los padres deben darle sombra cuando necesita sombra y deben dejarle ver la luz del sol cuando necesite luz del sol, ¿pero eso quién lo decide?