Most Wanted
¿Alguien ha visto a Sandman? No sé, pero llevo un rato bastante largo esperando a que venga a echarme su arenita del sueño, pero no sólo no la trae, sino que también se ha llevado todas las ganas de hacer quehaceres hoy... No sé si será por pereza o porque se ha olvidado de mí (espero que sea lo primero y le afecte el calor igual que a mí), pero me siento un poquito abandonada por él...
Encima no he tenido ganas de hacer prácticamente nada. Bueno, ganas de vivir tengo últimamente de sobra, pero me refiero a cosas como fregar platos, barrer, sacudir el polvo, etc. No es que sean tareas que me chiflen o que sea una maniática de la limpieza (Dios me libre de esos seres), pero nunca me he negado a colaborar para matar el tiempo en casa.
Si soy sincera... ese nunca iba a dirigido al nunca de ahora, en mi nueva vida. Porque lo que es en la anterior... nunca hacía ni el huevo. ¿Será por la educación, por la falta de respeto o por rebeldía? Pero lo siento en el alma, cuanto más insistía la madre de Anazia en que hiciera quehaceres en casa, menos ganas tenía Anazia de hacerlos.
Así que aquí me véis... sentada mirando las nubes sin mover un ápice el dedo para no acabar chorreando (¿será por eso? Es que no lo sé, simplemente me acerco a los platos y parecemos dos polos positivos), esperando que llegue Sandman a echar su arenita (¿eso no lo he dicho ya antes? Me resulto repetitiva).
Supongo que mientras espero a que llegue me voy a plantar el ventilador abandonado delante de los morros cuando esté tirada en la cama y a mirar cómo gira y gira y gira... Aunque creo que con la luz apagada no voyo a poder ver mucho, pero como lo he visto ya tantas veces, me lo imaginaré.
Encima no he tenido ganas de hacer prácticamente nada. Bueno, ganas de vivir tengo últimamente de sobra, pero me refiero a cosas como fregar platos, barrer, sacudir el polvo, etc. No es que sean tareas que me chiflen o que sea una maniática de la limpieza (Dios me libre de esos seres), pero nunca me he negado a colaborar para matar el tiempo en casa.
Si soy sincera... ese nunca iba a dirigido al nunca de ahora, en mi nueva vida. Porque lo que es en la anterior... nunca hacía ni el huevo. ¿Será por la educación, por la falta de respeto o por rebeldía? Pero lo siento en el alma, cuanto más insistía la madre de Anazia en que hiciera quehaceres en casa, menos ganas tenía Anazia de hacerlos.
Así que aquí me véis... sentada mirando las nubes sin mover un ápice el dedo para no acabar chorreando (¿será por eso? Es que no lo sé, simplemente me acerco a los platos y parecemos dos polos positivos), esperando que llegue Sandman a echar su arenita (¿eso no lo he dicho ya antes? Me resulto repetitiva).
Supongo que mientras espero a que llegue me voy a plantar el ventilador abandonado delante de los morros cuando esté tirada en la cama y a mirar cómo gira y gira y gira... Aunque creo que con la luz apagada no voyo a poder ver mucho, pero como lo he visto ya tantas veces, me lo imaginaré.
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