sábado, febrero 04, 2006

Traición

- ¿Quieres ser mi amiga?

Le dice una niña, que apenas sabe escribir, a otra. Una niña que cuando escibre la palabra escribir, no sabe si es con b o con v. La otra niñita acepta, todos los mayores tienen amigos, ¿no?

Ahora bien, ¿qué se hace con una amiga? Supone que jugar, porque para algo están las amigas. ¿Será para lo único que sirven? ¿Qué hacen los mayores con sus amigos si ellos no juegan? Bueno, ¡ya tiene una amiga!

Así empieza una etapa de felicidad en la que las dos niñas tienen una amistad, no saben lo que es, no saben lo que hay que hacer, pero ya lo descubriran, al menos ya son amigas.

Juegan, hablan, se cuentan secretos... para la niñita no existe otra amiga mejor, ya está descubriendo lo que es una amiga, lo que se hace con ellas, se siente feliz. Pero la niña ve que los mayores tienen más amigos, que no sólo tienen un amigo, así que se va a buscar a otra amiga, para tener más amigos.

Se dirige a un grupo de amigas:

- ¿Puedo ser vuestra amiga?

- Si quieres ser nuestra amiga, tienes que dejar a tu amiga.

- Vale.

Así la niñita descubrió que no todos son amigos, que la amistad es mucho más que el declararse amigos. Ahora esa niña agradece esa traición, agradece ese sufrimiento.