viernes, diciembre 02, 2005

Navidades

Yo no disfruto de un espíritu navideño desbordante. La Navidad forma parte de nuestra sociedad y de tantas sociedades más y crea en cada persona un juicio diferente. Es evidente la comercialización que sufre en los últimos tiempos, pero yo creo que es inevitable. Queremos lo mejor para quienes queremos y pagamos lo que haga falta para conseguirlo.

Pero no es éste el aspecto de la Navidad de la que quiero hablar. Me gusta el cine, y mucho. El cine de miedo y terror está en auge, la verdad, y es el cine que menos me gusta. Soy una persona que le gusta la acción, ya sea mirada desde varias perspectivas distintas, como es en fantasía, en ciencia ficción, en comedia, en dramas o en cine de acción en sí. Y tengo que reconocer que en Navidad es cuando se dan los mejores estrenos del año.

Cuando pienso en Navidad, pienso en las veces que iré al cine... porque el resto del año la cartelera me parece pésima. En mi vida cotidiana, el viernes tengo una visita obligada a la página de Entradas.com, no puedo evitarlo. Incluso CinEol es una de mis preferidas. Fijaos sino en los estrenos del Señor de los Anillos, ¿cuándo han sido? Alrededor del 20 de diciembre. Harry Potter un mes antes. ¡Y estoy deseando ver las Crónicas de Narnia!

Con mi pierna en total reposo no he podido evitar aprovechar ayer para ir al cine a ver Harry Potter, estoy contando los días para ver también Memorias de una Geisha y, sobre todo, para Crónicas de Narnia. Incluso King Kong, para satisfacer al cinéfilo de Onizeth.

También hay otras tantas películas, pero el presupuesto me obliga a elegir entre mis preferidas... aún así se sale del presupuesto.