sábado, diciembre 31, 2005

Adiós 2005

Soy una persona de las que no le gustan decir adiós, siempre se despiden con un hasta luego, hasta pronto y cosas así, pero con el paso de los años es irremediable despedirlos para no volverlos a ver, es prácticamente ley de vida.

Un gran año se va, aunque no ha sido de mis mejores (jamás olvidaré el 2002), pero veo la entrada del 2006 con algo de recelo, aunque tengo esperanzas puestas en este año.

Con el 2005 descubrí que encontrar trabajo no se consigue mirando debajo de las piedras, tienes que levantar montañas para encontrar algo decente, y esto es una tarea muy sacrificada y ardua. También que las relaciones hay que saber mantenerlas, los amigos te los encuentras en los momentos y lugares menos esperados y muchas otras cosas más que han convertido al 2005 en un año de enseñanzas y pesares.

He conocido a mucha gente que merece mucho la pena conocer, aunque sea por las llamadas de teléfono (gracias Cris y Rosa) y los e-mails (gracias Leodegundia y Toni), incluso por la experiencia y enseñanzas que comparten con nosotros (gracias Wendeling, Capoblanco, Oliverfn, almena, etc.). Realmente les debo bastantes sonrisas a estas personas, que decidieron abrir un blog para compartir sus cosas, y me dejaron descubrirlo.

También le debo más cosas a muchas más gentes, a Sanguiniu y Rand que han estado ahí cuando me han hecho falta, a Mauthon, de quien ya he hablado hace muy poquito. Y bueno, Onizeth, que me da tantas alegrías como quebraderos de cabeza, aunque desde hace mucho tiempo le debo la vida que tengo, porque sin él, quizás no estaría aquí, experimentando la vida.