Las vueltas... de la rutina
A veces se va, siempre vuelve, aunque disfrazada con otros colores. Así es la rutina, que cada día endulza una vida que tiene deseos de ser salada. Muchos dirían que es sinónimo de monotonía, pero depende de la persona con su punto de vista, ¿no?
Hoy ha vuelto la mía, una que llevaba bastante tiempo en evitar pensar en ella. Aunque en cierta manera ha sido realmente gratificante, porque la vida ha vuelto a fluir por estas venas. Una vida que ve el amanecer y descubre en cada atardecer los sabores de compañías agradables al exigente paladar que disfruta con la variedad.
También hay que decir que en esto a lo que llaman rutina, Onizeth deja de ser protagonistas de mis días. Se va al fondo de la cuestión y no armoniza con los colores del día, él deja de ser una muy agradable monotonía para convertirse en una extraña y agradable rareza.
Hoy ha vuelto la mía, una que llevaba bastante tiempo en evitar pensar en ella. Aunque en cierta manera ha sido realmente gratificante, porque la vida ha vuelto a fluir por estas venas. Una vida que ve el amanecer y descubre en cada atardecer los sabores de compañías agradables al exigente paladar que disfruta con la variedad.
También hay que decir que en esto a lo que llaman rutina, Onizeth deja de ser protagonistas de mis días. Se va al fondo de la cuestión y no armoniza con los colores del día, él deja de ser una muy agradable monotonía para convertirse en una extraña y agradable rareza.
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