Una Despedida
¿Cuándo decir "Adiós" y cuándo "hasta luego"? Yo no soy literaria ni escritora, pero sí tengo claro que los matices en palabras sinónimas las hacen muy distintas unas de otras.
Hoy se ha ido la familia que se encontraba en casa y aunque yo creía que no, ya les echo de menos. Tengo que ser sincera, no les echo de menos porque quiera que se queden para toda la vida (tengo tendencias ariscas), pero sí que les echo en falta los ruidos, el niño pequeño todo el rato arriba y abajo sin parar ni un minuto y el mayor dando por saco con los juegos de ordenador, preparando siempre las cosas para ir a la playa y la madre preguntándome que cuándo voy a comprar el billete para ir o si voy a ir yo también a la playa. Ella es una de las mujeres más admirables de mi vida. Como decía un amigo mío: "Se merece una plaza de Parking en el cielo" o "Ya tiene el asiento reservado al lado de San Pedro".
Yo tengo fácil decirles hasta luego, porque seguramente en Fin de Año me acerque por allí y vuelva a verlos (confieso, tengo que comprar todavía el billete, pero no hay dinerito para nada). Pero el resto de mi familia ha tenido que decirles un triste adiós, simplemente porque no sabemos si volverán o no. Ahí creo que radica la diferencia, para mí un adiós es un "no te vuelvo a ver", en cambio un hasta luego es un "hasta otro momento en el que se crucen nuestras vidas de nuevo". No tengo por costumbre decir adiós, porque nunca se sabe cuándo se van a cruzar las vidas de nuevo, sobre todo si la cosa ha acabado bien... Si he tenido algún problema con alguien y no le he querido volver a ver, desde luego que dije el adiós más profundo y sincero de mi vida.
Yo soy así, un "Hola" me encanta, un "Hasta luego" lo soporto y un "Adiós" ni en pintura.
Hoy se ha ido la familia que se encontraba en casa y aunque yo creía que no, ya les echo de menos. Tengo que ser sincera, no les echo de menos porque quiera que se queden para toda la vida (tengo tendencias ariscas), pero sí que les echo en falta los ruidos, el niño pequeño todo el rato arriba y abajo sin parar ni un minuto y el mayor dando por saco con los juegos de ordenador, preparando siempre las cosas para ir a la playa y la madre preguntándome que cuándo voy a comprar el billete para ir o si voy a ir yo también a la playa. Ella es una de las mujeres más admirables de mi vida. Como decía un amigo mío: "Se merece una plaza de Parking en el cielo" o "Ya tiene el asiento reservado al lado de San Pedro".
Yo tengo fácil decirles hasta luego, porque seguramente en Fin de Año me acerque por allí y vuelva a verlos (confieso, tengo que comprar todavía el billete, pero no hay dinerito para nada). Pero el resto de mi familia ha tenido que decirles un triste adiós, simplemente porque no sabemos si volverán o no. Ahí creo que radica la diferencia, para mí un adiós es un "no te vuelvo a ver", en cambio un hasta luego es un "hasta otro momento en el que se crucen nuestras vidas de nuevo". No tengo por costumbre decir adiós, porque nunca se sabe cuándo se van a cruzar las vidas de nuevo, sobre todo si la cosa ha acabado bien... Si he tenido algún problema con alguien y no le he querido volver a ver, desde luego que dije el adiós más profundo y sincero de mi vida.
Yo soy así, un "Hola" me encanta, un "Hasta luego" lo soporto y un "Adiós" ni en pintura.
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