miércoles, junio 29, 2005

La eterna despedida

Son las olas de su mar
como las mías,
va descalza,
las espinas no le pinchan,
pero sangran
las heridas encendidas
y su carne...,
sucia y pobre,
muere y nace la luna,
perezosa, dolorida.
Luna llena,
me das miedo, luna,
sólo por un rato tuya,
que se esconde
y aparece la agonía,
que se rompe,
sólo media luna...
Ese averno
que me llama desde arriba,
se me cae,
se derrumba todo encima,
deja huella,
bajo escombros y aún con vida,
que se tintan,
fúnebre melodía,
luna llena,
no te ocultes todavía,
media luna,
espera a que llegue el día...
Luna llena,
que te llenas de locura,
blanca duna,
que se rompe y mil posturas
que te aterran,
porque algo se ilumina,
y aparece
ese miedo que me inspiras,
ve despacio...,
es la ETERNA DESPEDIDA.


Alejandro Garrido Sánchez