Y yo no estaba
Luchabas por destruir
aquel inmundo lecho
que hacía algún tiempo
te recogía en su regazo,
y mientras tu espíritu
se desvivía por no huir,
en tu rostro se dibujaba
el cansancio.
Cuando la fría hoja
rasgó tu vientre,
yo me hallaba lejos,
envuelta en humos
y risas vanas,
pero me acuchillaba
un pensamiento,
que a tu lado
yo no estaba.
aquel inmundo lecho
que hacía algún tiempo
te recogía en su regazo,
y mientras tu espíritu
se desvivía por no huir,
en tu rostro se dibujaba
el cansancio.
Cuando la fría hoja
rasgó tu vientre,
yo me hallaba lejos,
envuelta en humos
y risas vanas,
pero me acuchillaba
un pensamiento,
que a tu lado
yo no estaba.
Mª Angeles Rodríguez Tuñón
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