Las lágrimas se secaron
Las lágrimas se secaron;
hoy te escondes tras las ruínas de un abismo,
todo cesó,
acabó con la magia negra del crimen.
Sí, es cierto que ha vuelto a salir el sol,
pero por qué será que a cada segundo que rueda,
veloz, por esta cumbre
que es la vida,
me parece ésta inexplicable, gris e incorpórea.
Y dónde estás ahora,
quizás en alguna dimensión
perdida entre las nebulosas más etéreas de la galaxia.
Te siento tan lejana
y a la vez no concibo tu inexistencia,
será, tal vez, que habitas entre
las entrañas de mis escondidos sentimientos,
junto a lo que siento por ti.
Sea cual sea ahora tu estado, forma,
situación o color,
sabe siempre que jamás tu imagen
se fugará de mi razón.
hoy te escondes tras las ruínas de un abismo,
todo cesó,
acabó con la magia negra del crimen.
Sí, es cierto que ha vuelto a salir el sol,
pero por qué será que a cada segundo que rueda,
veloz, por esta cumbre
que es la vida,
me parece ésta inexplicable, gris e incorpórea.
Y dónde estás ahora,
quizás en alguna dimensión
perdida entre las nebulosas más etéreas de la galaxia.
Te siento tan lejana
y a la vez no concibo tu inexistencia,
será, tal vez, que habitas entre
las entrañas de mis escondidos sentimientos,
junto a lo que siento por ti.
Sea cual sea ahora tu estado, forma,
situación o color,
sabe siempre que jamás tu imagen
se fugará de mi razón.
Cinta I. Rodríguez González
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